Esta es la entrada que más me ha costado escribir. Necesito escribirla por lo tocado emocionalmente que estoy. He reescrito este comienzo muchas veces, porque no encuentro la forma de empezar a relatar mis sentimientos, así que comienzo plasmando esta dificultad, porque creo que puede expresar lo difícil que se me ha hecho esta situación. Esta entrada es un homenaje a mi amigo y compañero de desarrollo, Peludín, una cobaya Peruana. Pesaba 1,2Kg y mi compañero de desarrollo durante las horas nocturnas.
Todo comenzó hace 3 años, cuando mis hijos dijeron que querían un animalito. La verdad es que mi mujer y yo también nos estaba rondando por la cabeza, y tras preguntarles qué les gustaría tener, dijeron que una cobaya.
Nos pusimos a mirar por diferentes tiendas de mascotas, hasta que dimos con una en Barcelona y te conocimos.
Así que te veniste a casa con nosotros. Te trajiste lo básico, ya que también tenías prisa en venir con tu nueva familia. Así que te viniste con una jaula grande para dormir, tu bebedero, el plato de comida, tu heno, etc.
La jaula sólo la utilizabas para comer y dormir, ya que querias estar más tiempo fuera que dentro, tenías siempre la puerta abierta (excepto cuando no había nadie), así que podías entrar y salir de ella, te paseba por el salón, y nos venías a saludar al sofá.
En las navidades también participabas.
El plato de neulas, no era tuyo, eran de los reyes magos.
Lo que te gustaba jugar con tu peluche
Al principio no te guntaban muchos los baños, pero no tardaste mucho en que comenzaras a disfutar de ellos, y sé que lo único que no te gustaba era la cabeza, así que nunca la llegamos a mojar.
Luego venía el secado y peinado. Cosa muy importante para que no te constiparas. No es que te encantara, pero había que hacerlo.
Y por supuesto la manicura, que al principio es lo que menos te gustaba, pero creo que luego hasta te relajaba.
Pero había algo que nunca podía faltar en tu vida, y eran las carreras al rededor de la mesa del salón
Te gustaba tanto, y lo disfrutabas tanto, que has dejado un caminio marcado en la alfonbra que nos recordará siempre lo que te divertias corriendo.
Un buen dia, comenzaste a querer acompañarnos mientras trabajábamos
Muchas veces entrabas en tu casa y subías a la planta de arriba para podernos ver mejor cuando pasábamos por al lado tuyo, o cuando traíamos fruta de la cocina, para pedirnos que te diéramos.
Todo esto, y mucho más, era tu rutina diária.
Por toda tu forma de actuar y tus rutinas, vamos a echarte mucho de menos. Sabías comunicarte con nosotros, a traves de todos los diferentes sonidos que realizabas. Nos costó al principio, pero tuviste paciencia y nos enseñaste a comprenderte.
Cómo bien sabes, yo desarrollo mucho por las noches, y has sido mi compañero de desarrollo durante estos años. No me va a ser facil mientras programo el no verte corriendo bajo la mesa, o haciendo tus ruiditos, o dando brincos o viniendo a mordisqueame muy suavemente los pies para que te haga caso y te haga unas caricias o te de alguna cosita.
Juntos hemos creado muchos plugins y hemos resuelto muchos bugs. Te echo mucho de menos ya que te hacias sentir y querer, y en estos pocos dias que ya no estás, cada vez que me pongo a desarrollar te echo de menos muchísimo, me estoy sintiendo muy solo en estas noches de desarrollo que ya no estás, pero solo de verdad. Si algo no se me ocurría como hacerlo, o no encontraba el problema que había, tu siempre estabas ahí para subirte a mi falda y juntos encontrábamos la solución al problema. Ahora ya no te tengo para que me ayudes y me acompañes, y reconozco que no sabía lo importante que te habías hecho en mi vida, tanto en los momentos de ocio como en el aboral.
El viernes 22 de mayo de 2022, me fui a dar una clase al Master de Marketing a la La Salle, la clase era de 19 a 22h. Cuando llegué a casa, me encontré a Elena (mi mujer) llorando. A las 20h vió que aun no habías salido de tu parque y fue a mirar qué sucedía, te vio muy quietecito, te cogió, y estabas con espasmos. Salió corrindo muy asustada al veterinario contigo, pero cuando llegasteis ya te habías ido. Me siento muy mal por no haber estado a tu lado, pero muy mal, incluso tengo un sentimiento de culpabilidad. No se si yo podría haber hecho algo, seguramente ya habías comenzado tu camino, pero el sentimiento que tengo de haberte fallado es muy grande. Tu nunca me fallaste, y yo siento que lo he hecho. No lo voy a esconder, en estos momentos estoy llorando y me cuenta escribir pensando de nuevo en el día que partiste y que yo no estaba.
Te trajo de nuevo a casa, y cuando yo llegué de la universidad, se me cayó el mundo encima cuando me lo dijo. Varias personas me dijeron que te llevara al veterinario para que te incineraran, pero no era capaz de llevarte, ya que sentía que te avandonaba en manos de desconocidos. Así que me puse a buscar, y encontré el «Cementiri de petits animals». Así que el sábado 23 por la mañana, llamé, y fuimos para allá. A las 12:45 te ponía con mucho cuidado y despidiéndome en un nichito para ti. Tengo que volver en breve para poner una foto tuya, ya que todo lo tuvimos que hacer muy rápido porque cerraban pronto. Pero voy a buscar un marco y a ver si encuntro un sitio que me la impriman con protección contra el sol para que no se decolore. Siento que esto es lo mínimo que puedo hacer por ti después de todo lo que me has dado y ayudado.
Mucha gente sabe que un lema que tengo, es «Me gustaría cambiar el mundo, pero no encuentro el código fuente». En estos momentos, estoy seguro que allá dónde estés podrás estár con el desarrollador de todo esto y tendrás acceso al código fuente. Espero que te escuche, porque seguro que podrás hacer lo que yo no he conseguido aun, ayudarle a arreglar todos los bugs que hay en este código fuente para hacer un mundo mejor a todo el mundo, porque sin duda, lo sabrás hacer ya que me ayudaste a arreglar muchos bugs, y creaste un mundo mejor para mi. Aunque eres pequeñito, te has llevado un gran trozo de mi corazon.
Adiós amigo, nunca te olvidaré
Lo siento mucho, José. Sé que perder a una mascota compañera es de una dureza que solo quienes han convivido con animales saben entender, así que te mando un abrazo enorme. Me ha encantado ver los vídeos de esta reseña y conocer un poco a Peludín.
Muchas gracias, Pablo, de todo corazón, y muchas gracias por dedicar un poquito de vuestro programa a hablar de Peludín, de verdad que me ha emocionado mucho.
Un abrazo.
Lo que se les quiere, y echa de menos. Después de 14 años juntos este año despedí a mi Copla y lo. pasé fatal.
Luego hay gente que te dice que ellos no sienten las cosas como nosotros, que nos hacen compañía y eso, pero es otra forma de entender las mismas situaciones, igual que para ellos cuando les das un beso no es un beso,
Y sí, posiblemente tengan razón, pero PARA MI sí es un beso, PARA MI si me hace compañía, PARA MI es amor lo que sientes al animal, y supongo que PARA TI también 🙂
Un abrazo amigo
Muchísimas gracias, Fernando.
El cariño que procesan y demuestran, es enorme. Los animales crean vínculos emocionales, y cada uno de ellos lo demostrará a su modo. Se ve claro cuando ves animales que después de muchísimo tiempo de no ver a su compañero por el motivo que sea, demuestran una alegría enorme en el reencuentro, por mucho que otra persona le haya estado dando de comer durante todo ese tiempo.
Un abrazo
Lo siento mucho José, es difícil cuando se va un ser querido, ya sea una persona, mascota o cualquier otro ser vivo, lo único importante es lo que amamos al ser vivo y el sentimiento es tan fuerte como el amor que le tengamos.
Recibe un gran abrazo.
Muchas gracias, Carlos.
La verdad es que ha sido duro, y sigue siéndolo, sobre todo cada noche, o cuando pelo zanahoria, lechuga, etc, ya que siempre cortaba un trocito para él, y lo hago sin darme cuenta.
un abrazo.